Todos hemos hecho algo extraño mientras pensabamos que nadie nos estaba viendo. Lo que no sabemos es que lo más probable, en algún lugar haya un guardia de seguridad observando todas nuestras locuras.
¿No hay moros en la costa?
Mi primer trabajo fue en una planta ganadera y aunque la mayoría de las cámaras mostraban a gente cortando carne, a veces veía a personas ir a las zonas donde no había gente a… hacer cosas un tanto indebidas.
El hoyo en la puerta
Cuando tenía 17 años trabajaba en un edificio de 12 pisos en Dallas. Mi trabajo era tomar el elevador al doceavo piso y caminar por los pasillos y oficinas.
Era un gran edificio con distintas compañías. Un día a las 3 AM estaba checando una oficina que casi nunca visitaba, nunca prendía las luces porque casi siempre alumbraba el camino con mi linterna. Estaba por la ventana revisando el estacionamiento, cuando me volteé vi un ojo viéndome a través del hoyo donde debería estar la manija de la puerta del clóset. Después de que casi me muero de un infarto me di cuenta de que el dueño de la oficina había puesto un poster de un ojo ahí. Sigo enojado con él hasta este día. Testigo
Solía trabajar en un parque de diversiones. Lo más loco que me pasó fue ver como acuchillaban a alguien mientras observaba desde el cuarto de cámaras. Le llamé a la policia y les informé lo que pasaba pasando. Al parecer tuvo que ver con una batalla de pandillas.
Infiel
Trabajaba para la seguridad de mi campus cuando estaba en la universidad. La mujer con la que estaba saliendo me fue a visitar a mi oficina durante mi turno de la medianoche a las 8 AM.
Fue a despedirse de mí porque iba a regresar a casa de sus papás por las vacaciones. Cuando se fue, no pasaron ni 2 minutos cuando la vi en una de las cámaras enfrente de la puerta de uno de los dormitorios que mi oficina cubría. Un hombre abrió la puerta, se besaron y se metieron al dormitorio. Así la descubrí siéndome infiel. Escondite perfecto
Había una cámara de seguridad escondida en donde se contaba el dinero que se había ganado en el día. La supervisora estaba contando el dinero cuando se lo empezó a robar, metiéndolo a su ropa. Lo captamos todo en cámara e hicimos que viniera a la oficina. Tuvo que levantarse la blusa y sacar todo lo que se había robado.
Apostamos a que ahora pensarás dos veces antes de hacer algo indebido, aún cuando pienses que nadie te esté viendo. Crédito Por: Fer Hinojosa
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